Los jazmines que inundan toda la ciudad son el primer encuentro con lazos milenarios entre España y Túnez. Decorando escondidos recovecos es también la materia prima de multitud de objetos que ofrecen los artesanos y las tiendas locales. El jazmín lo trajeron antiguos viajeros que venían del Al Andalus y a pesar de no ser una especia autóctona tal es su impronta, que incluso la turística zona de Yasmine Hammamet, debe su nombre a esta planta.
Pero además del jazmín los viajeros encontrarán maravillosas playas, jardines exuberantes plagados de naranjos y buganvillas y una situación geográfica única de la que ya los romanos se percataron dándole el carácter de Colonia, debido a su estratégica posición a sólo 182 kilómetros de Sicilia.
Actualmente es el enclave turístico más importante del país por sus magnificas playas de arena dorada, su agradable temperatura, la calidad de sus aguas y su amplia oferta lúdico-deportiva. Hay que destacar sus instalaciones para la práctica del golf, con dos campos de primer nivel, donde el aficionado puede demostrar su handicap entre dunas y oasis a los pies del Mediterráneo.
Además de ello no hay que dejar de disfrutar de la animada noche de Hammamet y de la gastronomía tunecina, con fuertes influencias magrebíes aunque con personalidad propia, donde la influencia de los pescados y la pasta se combina con los tradicionales cuscús y tajines.